Sostengo entre los ojos de cerezas
Un ramillete albo y sonrosado
Deditos que parecen perseguirme
En la piel la acaricie escondida
La sombra de un sueño inesperado
Ha nacido una cascada de pétalos
dorados
Reluciente sonrisa se abre
Una pluma se posa dulce mente
En la cumbre plateada de dos lunas
¿Son acaso tus senos azulados
Que criban en néctar de tu oriente?
Desame amamantarte con los besos
Que atrapan mariposas en la carne
Las gallotas en la playa picotean distrae
idas
Mientras curan tus erizadas y tus
penes
Las olas arrastran heladas marejadas
Dejando tu piel cubierta de ternura
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