lunes, 25 de marzo de 2024

REÍR A PURO DIENTE


Reír a gritos.

                        Reír la emplomadura. Reír los huesos.

                        Reír desde los glúteos y la glotis."

            Mi tío Universo Fernández era el hombre más jocoso que yo pude conocer. Todos los amigos lo seguían a la cancha, al club, cuando iba de pesca o de caza o a las mil rarezas que se le ocurrían. Su esposa jamás se pudo aburrir con él porque siempre tenía alguna picardía para hacerle. Hasta que un día le mandó a su cuñado "Tito" una corona para difuntos, el día de su aniversario de bodas con, según él, la mujer más fea e insoportable de este mundo y... se armó.  ¡Toda la familia se presentó en la casa del tío Universo con unas caras de velorio que desarmaban! El pobre tío los invitó a pasar y les sirvió jerez, vino tinto del bueno y algunos apresuraron un whisky, porque hay que decir la verdad, él recibía regalos de todos los amigos y empresas porque les alegraba la vida. A los pocos minutos comenzó con el chiste de los monitos, luego con los de Jaimito y cuando quisieron ver ya ni se acordaban para qué habían venido. La noche llegó entre chanzas y chistes, cuando sonó el timbre y apareció el tío Progreso, su hermano para comunicar que al "Tito" lo habían llevado preso...Sí, estaba en la comisaría porque no le creyeron que él no se había muerto y estaba fingiendo y los de la funeraria habían llevado el mejor servicio que tenían. Todavía se siguen riendo, pero el tío Universo jura y requetejura que él, en eso no tuvo nada que ver.                               

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