Un ramo de jacintos me ha crecido
hacia el sitio
donde juega tu mirada de pequeña
flor, de mis delirios.
Desde que te imaginé, en mi
corazón de flauta dulce
te beso en silencio. Y viajo
hacia tu sonrisa de ángel tibio
allí encuentro un puñado de
pétalos de rosas.
Desde que miré tu imagen
transparente
un pájaro jugó con mi esperanza,
fue hacia el mundo inquieto de tu
cuerpo,
pequeña estrella de mirada
alegre.
Desde que tú, pequeño milagro de vida llegaste
al perfume inquieto de mis manos. Soy. Seré hasta la
muerte.
Desde que nació tu luz en esta aurora mi alma juega
con un sol de caramelo hacia la risa de tu boca pequeña
para llenar el hueco solitario de mi vida.
Milagro que renace en cada hora pequeñita de piel rosada. Turmalina.
Nácar. Ámbar. Cielo.
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