Porque si no los ángeles pasaran desapercibidos para los poetas
¿Quién lograría la belleza?
Mi ángel se detiene en la cornisa, hace piruetas
Se desliza como un volantín de color cereza y ámbar
Corre con sus alas de plumas de realeza breve, juega.
Se mira en mi espejo de chicharras azules
glotones se hamacan en los hilos de la araña bizca.
Dejo la pluma y me estiro tratando de tocar las nubes.
Ahí viene el poema rodando por la acequia como barco de papel.
Saltan las palabras como luciérnagas ebrias y burlonas.
Corren las metáforas sin encontrar el brillo del sol.
Un ángel me toca con sus alas tan arriesgado su mohín
Que me precipito en el papel y escribo un poema bello.
La tinta juega y se escurre entre mis dedos alocados.
Creo que encontré la belleza por aquí entre sus alas.
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