Las ramas desnudas se mueven trasluciendo la luna
Las hojas caen muertas a los pies de la acera.
El silencio agobia la tarde bermeja
Llora un pájaro junto al nido vacío.
Las veredas en cascada despiden al sol que huye.
Es verano. Nadie ha pensado en apoyar al viento
que estremece el follaje del parque abandonado.
¿Dónde está el murmullo de los niños?
Ahora, en el solsticio de verano rueda una hoja por la piedra
Un matorral recorre el sendero entre pisadas que se dibujan,
señalando la huida de los
insectos y las flores.
Es verano y agobia el sol sobre la ciudad solitaria.
Mil vehículos atraviesan sin vergüenza la calzada
Abruma el silencio de voces humanas,
Bramido de bestias disconformes y ciegas.
Dolor de soledad en comparsa de imágenes festivas.
El sol se esconde y huye, arrecia el vapor del verano
En la siesta de la ciudad hay un niño con la mano tendida.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario