XXIII
Yo gobierno a la hembra y
descalabro el submundo de la guerra.
Nuestra guerra milenaria entre el
sol y las tinieblas.
¿Sientes la música entre las
frondas y la fuente?
Observa la puesta de sol y reconoce
que mañana habrá luz y viviremos.
Derrotemos tu porfiada agorería.
Amémonos con tierna persistencia
abramos
las manos a las flores que caen desde el cielo.
Unamos el soplo de tu aliento y
mis locuras.
La vida es hoy, mañana y ¿quién
sabe?
¡Mira como echa a volar esa
gaviota!
¡Qué hermosas las nubes de
tormenta!
Después de la lluvia...habrá mil flores.
Bebe ese vino bermejo y
perfumado.
Bébeme y sueña.
Amémonos con la pasión de la
inconciencia.
Sé feliz un minuto interminable.
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