Se te
colaba de tu piel morena
entre los brazos flacos y
mugrientos
la sonrisa del sol y la esperanza
transformada en maestra y en
merienda
calientita la leche y la caricia
del amor sin precio
escrito en pizarras de conciencia.
Pequeña
marioneta sin futuro
estás más pobre hoy,
que una nave perdida en el
espacio y mañana,
tal vez ya no hay mañana
para los niños como vos sin familia ni país y sin bandera
que pueblan nuestra patria
esa patria soñada como fértil edén de sabios grande
fuerte
Palomita
que corres sin cumplido
robando
la comida de otra gente
aquí tienes los brazos cariñosos
de una madre sin matriz pero con nombre...
maestra en la ciudad, en el campo,
en las orillas
hacedoras de amor y de constancia.
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