miércoles, 5 de septiembre de 2018

BÚSQUEDA



Una maraña de cintas me rodean
me aprietan el nombre
Ni – gracia - ni  alas que en un vuelo me desplacen
a las nubes de esmeralda y delfines.
Soy un grupo mórbido de matrices dormidas
que se enroscan;
las penas de un ayer tan cercano como el invierno.
¡Ya no hay flores!
Fui la gracia escondida entre los muros pedregosos
de madera  
   de lágrimas
de seda.
Y al crearme un teatro de belleza  
      me prestaba
el arte más pequeño, el de los sueños.
Las princesas y las hadas y los gnomos.
Yo soy sueños.
El cristal se rompía con las voces lejanas
que besaban mi nombre.
Porcelana, yo era, en mi tosca alfarería.
Tan sólo soñaba
con palabras de arco iris y países lejanos
donde dioses mitológicos
         egipcios
permitieran transmutarme 
   en   loto   
     en papiro
dulce Nilo    
 tibio Sena 
  leve Arno
Yo tal vez "Nefertaris" con diademas de plata y de turquesas.
Los espejos eran sólo  enemigos
tan mortales como un áspid o una cobra.
Hoy cuando me miro  
      
       que no soy esa...
¿Quién seré y qué nombre me cabrá en otra vida?


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