jueves, 11 de mayo de 2023

SOBRE EL ÁRBOL ESTÁN LOS OJOS

 

No lo puedo creer. Es un fantasma de tu imaginación. Ayer me decías que el cansancio se había apoderado de tu vida. Apenas tienes treinta años y ya no crees tener esperanza de que Arturo regrese. Perdona, pero creo que deliras. Él te ama.

Recuerdo el invierno pasado, pasaban las tardes y las noches acurrucados acariciándose

La soledad los envolvía pero completaban ese lapso de cuerpos tibios envolviéndose en un amable soliloquio.

Vamos a ver cuánto tardas en comprender que si se ha ido, regresará cuando la tarde sea fría y rememore el calor de tus brazos, del sillón que permitía que juntos, vieran una película o un programa de You Tube, sobre algo interesante. ¡Es cierto que no podía ir contigo a ciertos conciertos y escapadas con amigas! Pero siempre te esperó como el fiel amante que era. Sus ojos verdes, parecían gotas de lágrimas vegetales, cuando tardabas.

No comía si no estabas allí, junto a él. Su lengua áspera te limpiaba las manos cuando regresabas del centro. Te lamía. Era un compañero inesperado en tus noches de insomnio. Se hace tarde y debo irme. Pero si miras por tu ventana sobre el árbol están sus ojos. Te miran, Michu ha regresado. Llámalo y entrará como lo hizo siempre por la ventana de la cocina. Para eso es tu gato.

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