martes, 23 de agosto de 2016

POEMA 113


LABERINTOS DE ESPUMA


Mi duro laberinto de frondas y de lunas,
me deja desprovista de acerada armadura.
Busco entre los pasillos desdoblados de espejos
una máscara pálida de rosales de nácar y reflejos de oro.
Y lejos, en el silencio de la noche plateada, la luna
que desdibuja la angustia de amar los imposibles,
amores tempestuosos, amores sensitivos...
como aves migratorias que huyen por las dunas
entre arenas blancas, mojadas por el agua marmórea.
Y sigo solitaria. Un suave mediodía de penas inconclusas.
Se oye el canto bravío del mar contra las rocas.
Un mundo desdeñoso de oleaje y de espuma
envuelve con arena mi pobre pie desnudo.
No encuentro la salida en este laberinto.
Los espejos de nuevo me muestran la mirada
de un amor que en su escaso entregar se desvanece.
Me detengo  silenciosa e ingrávida,  frente a un nuevo abismo,
Estoy sola en la noche, abrazada a mis penas
y vuelvo la mirada buscando las estrellas.
La luna se refleja con toda su belleza y unos ojos curiosos
observan mi tristeza.
 

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