domingo, 14 de agosto de 2016

A UNA POETA QUE ADMIRO



DESCUBRIRTE
Un anhelo prendido al esternón donde el aire
se funde con el polen del descuido
una abeja curiosa se desplaza por mi mente febril
entonces
allí tú     mujer poeta
te toqué en las manos creadoras
tan real como en los libros que devoro
tu cabello
negro turbante despeinado       brillante
tu sonrisa de muchacha
ojos claros que sonríen con la chispa inspiradora
en tus voces madurando el fruto dulce de los cuentos
simple estirpe trovadora de ciudades misteriosas
magia en pleno desdoblarse en primaveras
tu alegría seduciendo la palabra acostumbrada
en las formas de los niños       de nosotros y de aquellos.
¿Tu muy tímida?...si eres frágil bardo en los papeles
capitana de relatos compartidos.
Humildad es lo que tienes
te corona, te hace reina
en un mundo de caprichos, mezquindades y delirios.
Cuentacuentos  que atraviesan un confín
de corazones infantiles.
Vieja amiga. Tu presencia me ha dejado un sabor
frutado y  de jazmines. 

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