Estaba tan distraída, que sintió la
voz, metió la mano en el cajón de la mesa de luz y recuperó a su esposo que
dejó olvidado el día de su cumpleaños. Sólo le dijo: ¡Hola! Te estaba
esperando. ¿Qué te demoró tanto? No recuerdo dijo y salió del dormitorio sin mirar
para atrás. ¿Qué tengo que hacer ahora? ¡Ah, sí, cocinar para los chicos!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario