En un beso, sabrás todo lo que he callado. Pablo Neruda
La habitación cerrada permite ver una línea de
luz por debajo de la puerta. El murmullo escapa por el aire que penetra por la
ventana y sale por esa mínima hendidura entre la alfombra y la madera.
La música repta por la pared
cubierta con seda que amortigua el bullicio del fonógrafo. La púa rasca con
dulzura el disco de Gilma Freitas, la cantante de moda. Dentro de la alcoba el
perfume del tabaco turco invade y se desliza por toda la planta alta de la
casa. El Coronel Gustavo Oricchio ha trepado cada escalón de tres en tres para
llegar y apresar la cintura de Saraí. La frágil muchacha tortura la mente del
hombre que busca su carne tibia y voluptuosa.
Una
sombra atraviesa la balaustrada y el ventanal del sur, palpita con el fresco de
la noche. La luna se oculta detrás de los eucaliptos. Los cortinados se mecen
con la brisa y el ingreso del curioso. Un mastín trata con bondadosa algarabía
al misterioso invasor. Él lo acalla y queda jadeante tras las botas de cuero
lustroso.
La
música se hace más serena y se abre la puerta mostrando la figura desnuda de
Saraí. El Coronel cae de frente en brazos de la mujer. Los ojos vidriosos le
hablan y la boca calla secretos inexpugnables.
El
marido, le quita la daga de la espalda y arrastra el cuerpo hasta el cofre que
espera con la tapa abierta en un costado. La música comienza a sonar más fuerte
y la mujer baila distraída mientras él, cierra la puerta con varias llaves
después de sacar el arcón. ¡Otro más!
Hace
subir a dos operarios del cafetal para bajar por las escaleras el pesado bulto.
Leite ¿Cuándo conoció este hombre a mi
mujer? En primavera patrón, fue cuando ella escapó para la fiesta de
Oricchio
había llegado de la capital y ella lo contagió de brujería. Bueno déjenla que siga bailando. Nadie debe
saber que Saraí está así desde que perdió los embarazos. Ella cree que si está
con un hombre podrá tener un hijo. Nunca lo logrará, dijo el médico de Río de
los Álamos. Cuidado que no vuelva a
escapar pronto es la fiesta de
No patrón es brujería nomás. Ya va
por el sexto que despacha.
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