Como alfiles, caen
Como estacas, caen
Como hojas de agudas puntas, que se yerguen
Como rayos en medio de una tormenta se evaporan
Como látigos furiosos se deslizan
Son los muertos.
Crucificando cada día nuestra espera
Codificando el almanaque con sus nombres
Revolviendo nuestras penas que se arrastran
Resonando con silencios fantasmales
Repitiendo preces a los ángeles dormidos
Son los muertos
Día a día, caen como pétalos marchitos
Noche a noche, en insomnio sin interrupciones
Madrugadas sedientas de lágrimas estériles
Amaneceres de espera y de clamores.
Son los muertos
Es
Es el Miedo
Es
Es
¿Dónde el Hombre derrumbado?
¿Dónde
¿Dónde la promesa del futuro?
¿Dónde?
Un misterio que el demiurgo esconde.
Y los muertos que avanzan por los valles,
por las calles, por la tierra.
Es la espera
Es el silencio
Es la muerte.
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