¡Qué látigo septiembre
con su tumulto de tiernos sauces
su estallido de panteras verdes!
Te caerá a la piel su junco roto
con la luna partida por las trenzas
nadie, entonces, cantará la aurora
la ventana venderá un arcángel
su sonrisa su voz señera cascabeles
abanicará noviembres tras las viñas
una hamaca de algas asombrará el cenit entre los prados
alambique de tornasol florido. Septiembre
ojos de cielo sin frontera
un niño juguetes desparramados chocolates con forma
tamborcillo de lata
otro otros
casi nada
una mujer sobre la breve veta de la tierra. Desnuda
sin palabras. Y las palomas en un portal izando sus pálidas
plegarias. Setiembre sin argumento de pradera. Esperanza
nido con azaleas y malvones.
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