lunes, 23 de marzo de 2020

LLUEVE





La serpiente estremece entre las piedras en el lecho

Arriba desgarrada la montaña despereza agua en raudal

Llueve con color de tigre y chocolate arrastrando limo

Es lo esperado como bendición de truenos y borrasca.

Llueve, la tierra sedienta emerge de sus terrones secos.

Los árboles ralos se desbocan en tráfico de agua.

Nubes desbaratadas deshilachan bravías su embarazo

Llueve, calman los ánimos del fuego y los secanos.

Yermo los chorrillos despiertan asombrados con espuma

Cae en cascada despeinada el surtidor de barro y agua.

Llueve. Ciento cincuenta días sin lluvia en mi tierra.

Hoy hay alegría en los rostros y las frondas por la lluvia.

Emerge en las montañas el blanco mantón de hielo

La esperanza ha regresado con su lógica bravura acuosa.

En mi terruño ha llovido y la serpiente sedienta se desliza


Entre los lechos pedregosos que dormían y la vida es.


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