lunes, 20 de abril de 2020

HOLOCAUSTO


Párate en la ventana y escudriña tu horizonte,
Breve como un pañuelo movido por el silencio
Alejando los temores de una extraña Apocalipsis.
Un puñado de aves, pájaros silvestres y escurridizos
Picotean en el pasto, junto al jazmín y sterlizias.
La ciudad está en reserva, sus sueños están dormidos,
Nadie se atreve a asomarse y esperan una noticia.
Las calles que antes bramaban con sonatas y alaridos,
Hoy son cementerios quietos, sin campanas ni bocinas.

Esto pasa en mis montañas que se han poblado de nidos,
Han regresado las liebres y hasta un zorro escurridizo.
El río que quieto estaba, baja con rotundos bríos,
El polvo de nieve abruma el camino de los riscos
Hay chorrillos borboteantes que bajan juntos al río
Detrás de los ventanales, nosotros somos espías.
Las loicas y los zorzales vuelan libres en los pinos
Han regresado los cóndores buscándose la comida.

Dicen que los ríos traen cardúmenes de peces, miles
De peces saltan en las aguas de los ríos.
Los hombres que los esperan ya no quieren usar redes
El asombro los embruja y permiten que viajen
Rumbo a su verdadero destino.  Dorados, truchas, pacúes
Pejerreyes y surubíes, surcan las aguas tan claras
Como hace tiempo no veían, su Paraná generoso
Ahora parece un río como en los tiempos antiguos.

Un enemigo llegó con su Caballo Apocalíptico
Arrastrando su castigo. Miles de humanos muriendo
Y la naturaleza revive, regresan las aguas limpias,
Las aves bajan tranquilas a los parques y jardines,
A los bellos sembradíos, cerdos salvajes pasean
por las calles de pueblos que están vacíos.
Cabras saltan por los cercos y capibaras por las rutas
Caminan junto a los ríos. Un Arca nueva ha llegado
Noé ha resucitado con su emporio de animales
Para repoblar la tierra que tanto hemos destruido.





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