sábado, 11 de abril de 2020

MAREJADA




Si no estoy en el peldaño de la escalera de mármol

Si camino sobre el pasto verde y la quimera

Si me siento junto a los juncos en flor de la terraza

Voy a cambiar el día en noche
La noche en día y el otoño en primavera.
La voz será un tañer de campanillas de cristal
Las piedras, blandas calandrias alejando la vigilia
Los perales darán almendras dulces y camelias

Me dejarán mentir el sabor de los perdones
Me darán pie a las lágrimas de miel
Me depararán un rincón donde duermen los duendes
Me visitarán los fantasmas que se esconden.

Me pararé en la cornisa de la iglesia a tocar a vuelo
Las campanas serán el llamado de la brisa en la mañana
Un coro de grillos llamarán con sus rutinas a las hembras
Me repartirán globos rojos, azules y amarillos.

Ya será la hora de guardar la cítara y las hojas en blanco
Los poemas dormirán su sopor de maestría ajena
Cantaré como cuando era una joven pintora de la vida
Marcando con mis plumas alas de serafines y doncellas.

Ahora esa marejada de espuma me lleva al mar
A caminar en la arena del silencio, de la risa
Mis ojos opacados por la edad serán libres de ver lo arcano.
Los secretos de la vida que pasa sin preguntas
Atraparán mi cuerpo en un abrazo de pétalos azules.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario