No se puede
cortar una flor sin que tiemble una estrella.
Me cortaron el alma con cuchillos de lágrimas.
Me cortaron la sangre con besos de greda.
Me marcaron las manos con llagas de tristeza.
Me dejaron tirada en las calles de piedras
No tengo en la espalda una capa de niebla
Ni tengo una máscara que oculte mi tristeza
No me queda un suspiro en noche sombría
Ni un refugio que obre esa paz tan mezquina.
Estoy sola en mi lecho con sábanas de miedo
Estoy quieta en mi silla mirando el firmamento
Estoy notoriamente sosteniendo un lamento
Porque me he quedado inerme sobre la pena
Porque espero un simple sabor de un “te quiero”
Porque busco y no encuentro, estoy en silencio.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario